Mañana será otro día, dicen.

Martes, despierto como todos los días, para ir a buscar a Fe y llevarlo al colegio, lo que sólo es para mimarlo ya que vive a 3 cuadras del colegio y está en cuarto medio!! Pero qué le voy a hacer, quiero mi beso de los buenos días y dárselo a él, y en esos cortos minutos nos contamos cosas y bostezamos juntos. Antes, me despierta la tele, el celular y una radio reloj que se prende en la Concierto: Mañana será otro día. Buen programa. Tienen un Blog, donde el que más escribe es Cavada y algunos comentamos algo por ahí. Así que todas las que quieran ir "a la guerra con Cavada", como dice la Marcela, léanlo y comenten. Luego leo a la Consuelo Aldunate, costumbre de los martes, que está intentando entender a un francés que conoció -ou la lá, cosa difícil, lo sé- y escucha los piropos de Alfonso, señor un poco más mayor, y se pregunta si el coqueteo es considerado como infidelidad...

Hace tiempo escribí algo sobre las coquetas. Dice el diccionario que coquetear es tratar de agradar por mera vanidad con medios estudiados. La palabra "Coqueta", (no podía ser de otra manera), proviene del francés coquette, de coq, gallo. La imagen habla por sí misma.

El sociólogo George Simmel, autor del clásico ensayo Filosofía de la Coquetería, sostiene que "Lo propio y peculiar de la coquetería es producir el agrado y el deseo... ofreciéndose y negándose simultánea y sucesivamente, diciendo sí y no "como de lejos".

La mujer coqueta juega a incentivar el interés. La coqueta en definitiva, juega.
A mí me encantan las coquetas.