Si puede vivir sin escribir, no escriba

Je pense que c'est le danger si l'on teint un journal: on s'exagère tout, on est aux aguets, on force continuellement la vérité.
"Pienso que éste es el peligro de llevar un diario: se exagera todo, uno está al acecho, forzando continuamente la verdad".
J.P. Sartre. La náusea

Descubrí por ahí una carta, una carta de Franz Kafka a Felice Bauer: "En este sentido, escribir es un sueño más profundo. Como la muerte. Del mismo modo que no se saca ni se puede sacar a un muerto de su sepultura, nadie podrá arrancarme por la noche de mi mesa de trabajo cuando escribo".

Y he estado leyendo harto de Bolaño, uf, como escribía. Y con esa carta de Kafka me acordé de él, de su actitud ante la vida y la escritura. Durante años sólo se dedicó, sin descanso, sin tregua y con una intensidad fuera de lo normal, a hablar en sus libros de sueños, de la muerte y del acto de escribir. Y lo hizo bien. Me acordé de sus peleas con la Isabel Allende, primera vez -and last- nombrada en este blog, y de su desprecio y relajo por tantos otros mal llamados grandes.

Anécdota gratis: Unos días antes de ser internado Bolaño ofreció una espontánea y magistral clase en el arte de narrar: Repitió una y otra vez un chiste malísimo -que a él le parecía muy bueno- con mínimas variaciones o con drásticos cambios sin por eso alterar en nada la trama de ese chiste. Los que estuvieron dicen que se pudo aprender mucho más ahí que en años de taller literario.

Echo de menos leer más, me encanta. Poco tiempo es lo que más tengo. Me agarra Bolaño, lo encuentro bueno. Me doy cuenta que me gustan algunos escritores y me gusta todo lo que escriben. Todo el mundo que abarca y todo el que lo rodea. No me puede gustar sólo algo. Es como con Cortázar, Borges, Miller, la Anais, Bukowsky, es todo o nada. No es un libro o sólo un cuento o una frase o una carta. Es todo. Y lo que más me gusta son los cuentos, para leer y para escribir. Como género me viene bien, me queda cómodo. Son ràpidos, breves, intensos. Un tema, otro tema. Así que estoy escribiendo más. Y me voy a un taller, a que me digan qué está mal, donde perdí la anécdota, donde me fui por las ramas y cómo hacer para volver. Necesito un cable a tierra. Y mientras siga viviendo solo, le voy a robar horas al sueño y escribir un poco más, todos los días, hasta que me duelan los ojos. -Como ahora-