Estamos en deuda con Haití

lunes, enero 25, 2010

Este artículo fue publicado hoy por Libardo Buitrago en el Diario Financiero. Me interpreta absolutamente. Creo que el mundo, y especialmente América, no ha estado ni tan diligente ni tan preocupado del infierno que es Haití hoy. Hay más iniciativas privadas que las oficiales. Cuando han habido terremotos "políticos", como lo de Bolivia y Honduras, se han hecho sesiones especiales y juntas urgentes. De verdad, creo que estamos en deuda con Haití.


En la imagen la increíble diferencia de 2 países en la misma isla. Haití, donde conviven récords de pobreza y un 98% de deforestación y República Dominicana, un país con mucho mejor nivel de conservación del medio ambiente y mejor renta per cápita.

Lean el artículo de Libardo:

¿América solidaria con Haití?

La espantosa cara del desastre provocado por el terremoto del 12 de enero desnudó, además de las debilidades de Haití, la musculatura de solidaridad de la Región, que ha dejado mucho que desear.

Varios países enviaron equipos especializados en rescates de personas, víveres, medicinas y personal para poder ayudar a enfrentar los devastadores efectos del fuerte movimiento telúrico y sus réplicas. Se podía imaginar que ante la evidente magnitud, los presurosos líderes regionales se iban a mover con la misma velocidad, frases y discursos empleados en recientes acontecimientos de orden político.

Cierto es que se envió ayuda humanitaria. Pero la real condición de cómo ha quedado destruida la estructura del Estado y las amenazas que se vendrán, como epidemias, violencia y una ola migratoria, no han sido suficiente para aparejar la cancha de la atención de nuestros gobernantes de toda América.

Tomado en la lógica de pesos, cuando la turbulencia política hizo tambalear el gobierno de Evo Morales, se citó a una urgente reunión de presidentes de Unasur, que llegaron a Santiago en menos de 24 horas y tomaron decisiones políticas al instante. Lo mismo pasó con Honduras: una vez sacado a la fuerza Manuel Zelaya, se pidió una sesión extraordinaria de la OEA para obligar a restituir en el poder al depuesto mandatario. Allí las voces de los Lula, Bachelet, Evo y Chávez, entre otros, fueron un torrente de energía, porque estaba la democracia comprometida. Sin embargo, cuando se trata de Haití y de vidas humanas se relativiza el esfuerzo.

¿Qué será lo que ocurre con la forma en que se piensa de Haití? En julio de 2004, en Washington, los países donantes le prometieron a Haití US$ 1.300 millones para estabilizar su situación política y reactivar su economía. La promesa fue hecha para el período 2004-2005. Hubo más promesas en las conferencias de donantes que siguieron en Cayenne, Montreal, Madrid y Puerto Príncipe en 2005, 2006 y 2007. El monto original prometido a Haití en 2004, en el gobierno provisional de Gerard Latortue, jamás fue desembolsado en su totalidad y difícilmente superó los US$ 750 millones.

La Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití es el último de estos servicios, con un costo anual de US$ 510 millones.

La catástrofe humanitaria sin precedentes que sufre el país y el esfuerzo de reconstrucción que requerirá en el fututo obligan a una reflexión sobre el tipo de “ayuda” a brindar a largo plazo. Las “buenas intenciones”, los discursos, los aportes en dinero y casi dos décadas de “ayuda internacional” no han podido cambiar la naturaleza ilusoria del estado haitiano. Un estado fallido que tiene enormes dificultades para garantizar las decisiones colectivas de sus ciudadanos y ha mostrado un pobrísimo desempeño económico.

Ojalá no sea el color de piel de los haitianos lo que nos tenga mirando de lado su tragedia. ¿Por qué no se actúa con la misma velocidad cuando se trata de conflictos políticos, y de catástrofes humanitarias? ¿A que se debe qué no estén presurosos los líderes políticos del continente?

3 comentarios. Escribe tu opinión aquí.:

Eklectica 25 de enero de 2010, 2:03 p.m.  

Lo más triste, es que hay organismos que, en vez de dar de buena voluntad dinero en su ayuda, le darán un nuevo "préstamo", endeudando aún más al país.

Un amigo argentino (anarquista de pensamiento e ideales, un tanto conspiranoico, pero con un alto nivel de debate) escribió una carta a días de la catástrofe:

http://www.echoboomers.cl/?page_id=639

Y en su blog puso además la carta leída por él:

http://www.unamaldicion.com.ar/2010/01/audio-carta-abierta-los-duenos-del.html

Es la posición de un joven cansado de ver la mierda política del mundo moviéndose sólo cuando la situación les trae beneficios (sociales, de imagen o económicos) y no cuando la gente los necesita.

Gonzalo Villar Bordones 26 de enero de 2010, 8:44 a.m.  

en lo que concierne a Chile, creo que no es justa la opinión.

son muchos los chilenos que viveron en haití el terremoto.

Noemi 26 de enero de 2010, 3:08 p.m.  

La naturaleza es sabia ,sabe como y cuando y desde donde mostrar al ser humano ,"que es un habitante del ser tierra",lo egoista que es ,lo superficial y trivial que es su mundo.
Viven enfrascados en preoucupaciones idiotas y mezquinas o en sueños mas idiotas aún,"como viajar a la Luna o a Marte y tiene una ceguera absoluta para mirar dentro de su propio planeta a los que sufren y mueren.

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