Cerrar ciclos

Porque si no mueren las almas, está muy bien que en sus despedidas no haya énfasis. -Borges.

¿Qué significa cerrar ciclos?

Aceptar una ruptura, dejar ir, entender que no eras, o que no era ella. Y aunque suene triste, es absolutamente real, y necesario. Es sano el letting go. Cerrar ciclos ayuda a sanar. Yo nunca podría entenderlo o sentir algo así como un desprenderse, soltar o abandonar a alguien. Al revés, cerrar círculos, cerrar capítulos, terminar etapas, dar vuelta la hoja, es entender que en el ciclo de las cosas no deben quedar amarras sueltas, cosas pendientes, palabras no dichas. Es un desgaste eterno. No te deja vivir. No te deja tranquilo. O es la culpa, o es la pena.

Cerrar ciclos es una transición, de esas que te permiten ayudar a sostener relaciones, sobre todo si sientes que hay cariño, y te dan la base para relaciones nuevas. Más libre, más tranquilo, aceptando que algo no funcionó, por lo que haya sido, y superar las emociones encontradas que te inquietan. Y aprender, claro, aprender y no cometer los mismos errores del pasado.

Tal vez cerrar ciclos se trate de entender. De aceptar.
De seguir tu vida y continuar de manera saludable -y sana-, tus pasos que construyen este camino de tiempo.

Esa era la invitación. A verse, a hablar, a entender. En eso estuve el viernes. Y estuvo bien. Y contentos pudimos vernos, y comer rico, y hablar harto. Afuera, el mundo, que daba otra vuelta, acomodaba sus piezas. Tal vez le cueste entender esto. Pero, ¿quién puede entender algo de dos? Es mi mundo. Y el de ella. Son cuatro años juntos. Lo lindo es que somos capaces de compartir historias y momentos, y los dos mundos se buscan, se acercan, se reconocen.

De verdad, fue hermoso, gracias por aceptar la invitación,
gracias por lo lindo. Por linda tú.
Por estar, por jugar, por participar y estar ahí, todo el rato,
desde que llegaste hasta que te alejaste en tu auto.


Cerrar ciclos, y fluir.
De eso se trata esto.