Ni tan geeks, ni tan freaks

Hoy fue el encuentro de bloggers. Lo que iba a ser una Blogs & Wine terminó en una Blogs, Pizzas & Coke, pero da lo mismo. Ahí estábamos, en una cita a ciegas colectiva, tratando de reconocerse y darnos cuenta que tras las letras hay ojos, tras los links, manos, y tras los comments, bocas.

Muchos saliendo del closet, del anonimato, abandonando por un par de horas el jardín secreto que cuidamos tanto. Pero las puertas se abren, caen las cerraduras. Y es bastante freak encontrarse con otros que, como yo, tuvieron la loca idea de compartir sus vidas, su trabajo, su pareja, sus obsesiones y sus ganas de escribir con el mundo, en las páginas de sus blogs en la red.

Yo, de verdad, me alegro de participar en esta terapia masiva hiperconectada. Lo pasé bien, hablamos de todo, de cómo empezamos, de cómo seguimos, de los blogs que leemos, de la responsabilidad al escribir, de las ganas, de esta lucha ante el teclado, al tratar de ser claros, o creativos, o ingeniosos y postear sabiendo que al otro lado hay alguien que nos lee, que a veces nos comenta y que de una u otra manera también es parte de nuestro mundo. Hablamos del ayer, del hoy, del futuro.

Sabemos que somos de la primera partida, que esta es una ola gigantesca, que muchos más tendrán sus blogs y que esta fantasía del diario de vida encontrado y leído por otros se hace realidad en los blogs personales, que vendrán muchos blogs temáticos, profesionales, corporativos.

Hasta show musical tuvimos, con un trovador viajero. No haré un Fashion Reporter de la alfombra roja del Pizza Hut de Apoquindo, y del posterior café en el Apumanque, pero debo decir que lo pasé bien. Bien de verdad.

Gracias por eso.