Comunicándose...
miércoles, junio 18, 2003
Idea central leída ayer en Ya.
Lograr entenderse con la pareja o la gente que te rodea es un arte que no se termina nunca de aprender.
Una dificultad que se observa en cualquier discusión es la necesidad de uno o generalmente de ambos, de precisar cuál de los dos tiene la razón, quién está en lo cierto y cuál es el poseedor de "la verdad". Ese estilo de discusión sólo termina cuando uno logra convencer al otro de que la idea propia es la correcta, obligando al otro a renunciar a la suya. Afortunadamente casi nunca se logra, ya que al haber un vencedor y un vencido, es un costo muy alto para la relación.
Tres ejemplos...
Generalizar "Nunca cumples tus compromisos". Se trata de una sentencia más que de un juicio. Decir "nunca" es lo mismo que decir "siempre". Es necesario precisar cuándo, cómo y en qué situaciones no se cumplieron las expectativas.
Moralizar "Es malo o bueno". Todos poseemos nuestros propios juicios morales y tenemos el derecho a expresarlos y respetarlos. Por eso mismo, si es un juicio propio, es mejor decir: "Yo lo considero bueno o malo. Asúmelo, eres tú el que lo dijo.
Descalificar "Hay que ser muy tonto para no darse cuenta" o "tú no entiendes nada". Un juicio tan arrogante impide la comunicación y la convierte en una agresión. Sería mejor decir: "Tal vez no me expliqué bien".
Seguramente hay más ejemplos...
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