Celos

lunes, noviembre 17, 2003

Como para ubicarnos de primera, debo decir que yo no fui el día que repartieron los celos. Así de simple. No fui. Ese día repartían dulces, neuronas, centímetros, cualquier cosa. Pero no agarré mi ración de celos. Y me alegro.
Pero, he tenido celosas, y gente cerca de mí ha tenido y sufrido los celos de alguien.
En el comienzo de la relación, hasta nos parece un gesto simpático esa escenita tonta y sin importancia. Pensamos: "Ay, si tiene celos es porque me quieeere, ¡que rico es! se preocupa por mí, etc."
La segunda escena de celos, ya es señal de preocupación, pero más bien light, porque algunos todavía toman como una especie de halago eso de que alguien quiera apropiarse de tí y sentirte suyo. "Guau, me gusta, está celosito/a, está pendiente de lo que hago", etc.

Al tercer acto del tipo: "¿Con quién estabas hablando, que estaba ocupado toda la tarde?" o "¿Y qué tenía que hacer "ése/a" en la comida?" o "¿y porqué tienes que hablar de "ese/a", ¿Cuál es tu interés?" etc. , mi sugerencia sincera es: arranca mientras puedas, porque se viene lo peor.

Verás cosas cómo monitoreo permanente de todos tus actos, utilizando cualquier tipo de medio.
Teléfono: 45 llamados al día con el sólo fin de "nada... quería saber cómo andabas..." ¡Mentira!, el celoso/a lo único que quiere es engancharte in fraganti en una sórdida escena de sexo y pasión con el cartero, el vecino, el socio, el delivery de las pizzas o, cualquiera dispuesto a seducirte en horarios que él/ella no puede.
Internet: El celoso tecnológico es peligroso. Aquí el seguimiento consiste en una presencia silenciosa, tratará de adivinar tus passwords, ver tu casilla de correos, como una sombra permanente y averiguará cómo poder olfatear tus mails.
Visitas inesperadas. Seguramente llegará a tu casa o lugar de trabajo sin avisar, cambiando todos los días su horario y estrategia.

Escenitas varias y posteriores arrepentimientos: Deberás esperar escenas dignas de Otelo, maquinaciones completas, lectura entre líneas, frases inventadas que nunca dijiste, gritoneos varios... y después... "nunca más mi amor, de verdad que yo confío en ti, pero es que te quiero tanto..." y cosas así.

Por eso, tu decisión es compleja: o resuelves que tu objeto del deseo y de tu amor no es el recipiente idóneo a lo que estás dispuesto/a a entregar, o te preparas para un infierno en la tierra.

El celoso/a compulsivo no cambia. Empeora. Después no digas que no te avisamos.
Tal vez la opción sea ser uno mismo, no dejar de hacer lo que quieras hacer, respetando la cancha rayada por los dos, y tratar de ser feliz. Si se da cuenta que no puede contigo, y es inteligente, puede que se vaya, pero si está enamorado/a puede que se deje domesticar e intente tener sus celos bajo control. Las relaciones, especialmente las de amor, no pueden ser tan frágiles.

El amor... ¿será más fuerte?

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Créditos

Agradecimientos a mi MacBook, a los Marlboro que fumo, pero menos, la Coca-Cola, el cable, el control remoto, Google, Blogger, Twitter, los libros, la radio, ella, mis hijos, mi ex-psicóloga y muchos otros anónimos colaboradores que han contribuido y soportado mi comunicación precoz. Gracias por estar.

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