A veces ayuda saber adonde quieres ir...

Noche de cuentos

Anoche lo pasé bien, me sentí bien, estuvimos en una comida con franceses amigos invitados por Martine. Y a ella se le ocurrió leer los cuentos que enviamos al Concurso de Cuentos Eróticos de Revista Caras.

Primero leyó el de ella: "Serendipity", que a mí me encanta, es delicado, sutil, pero cargado de una cosa erótica muy linda, tiene muchas semejanzas con historias conocidas y un tratamiento femenino muy especial.

Luego leyó mi "Frutillas", que yo lo encuentro mucho mucho más al chancho, lleno de sensaciones, texturas, emociones, palabras más fuertes y, hay que decirlo, bastante más explícito, sin ser tan porno, y que cuenta una historia de dos que quieren ser dos pero no saben.

Fue muy agradable escuchar en medio español, medio francés, todas esas palabras que salieron de la inspiración de momentos especiales.
La cosa es que a todos les gustó la experiencia de la lectura y quedaron, supongo, muy motivados.

Después, me quedé. Y escuché a Martine que estaba muy buena para hablar.
Casi no dormimos.

Escuché todo lo que quería escuchar.
Quise todo lo que quería querer.

Y como me gusta decir a mí, nos pasamos la noche muriéndonos de amor.
Estaba feliz.
Y éramos dos.

Una noche para recordar siempre.