Irreversible

Porque el tiempo lo destruye todo. Porque algunos actos son irreparables. Porque el hombre es un animal. Porque el deseo de venganza es un impulso natural. Porque la pérdida del ser amado destruye como un rayo. Porque el amor es el origen de la vida. Porque el tiempo lo revela todo. Lo mejor y lo peor.
Monica Bellucci (Alex) Vincent Cassel (Marcus), Albert Dupontel (Pierre).

Esto es lo que me esperaba anoche. Llegué tarde y cansado y tenía que trabajar en el Mac. Terminé a las 4 media de la mañana y apreté el play al DVD de esta película.
Uf. Todavía tengo la música en mi cabeza y los planos más locos en mi retina. Creí que iba a disfrutar en esta cita con la Mónica Bellucci. Pero no. Quedé, no sé, inquieto, con una película contada al revés, (como Memento), de la noche a la mañana del mismo día y a cargo de Gaspar Noé, un argentino que vive en Francia y que dirigió, hizo las cámaras, el montaje y escribió el guión y que además sale por ahí en una escena.
Una película, dura, cruel, frenética, con excesos, pero con un talento innegable. La violación de Alex es una toma en tiempo real, con cámara fija, a nivel de suelo, que dura más de diez minutos, en la que te sientes absolutamente impotente de hacer algo, tal como Marcus antes/después, por lo que ha pasado, y como todo va al revés, después te enteras cómo han ido pasando las cosas. Además, escuchas todo esto en francés, un idioma hecho para susurrarte palabras al oído y no para destilar tanto odio. En realidad es irreversible que te fascine, te hipnotice y te tenga pegado a la pantalla.
La pregunta típica en el cine "¿que pasará?" se reemplaza con "¿que pasó?". O, mejor/peor aún, con la temerosa pregunta "¿cuándo y cómo van a mostrarme lo que pasó?" Hay una secuencia brillante en el metro, improvisada, con los tres dando sus opiniones sobre el amor y el sexo. Un diálogo precioso.
Ver "Irreversible" es un viaje hacia nuestras emociones más profundas. Yo creo que es arte, cine-arte. Te deja distinto. Y te deja pensando.
De verdad, véanla. Después hablamos.