Sábado santo

Los Diez Mandamientos

01 Amarás a Dios sobre todas las cosas | 02 No tomarás el nombre de Dios en vano | 03 Santificarás el día del Señor | 04 Honrarás a tu padre y a tu madre | 05 No matarás | 06 No cometerás actos impuros | 07 No robarás | 08 No levantarás falsos testimonios ni mentirás | 09 No consentirás pensamientos ni deseos impuros | 10 No codiciarás los bienes ajenos

Ok, la mayoría se lee bien, se siente bien, cada uno con sus creencias, digo yo, pero de verdad, relajaría un poco todo esto. Esto del sexto mandamiento, que dependiendo de lo ortodoxo de la fuente, en algunas partes se lee como no fornicar, es difícil, contra nuestra amada naturaleza y bastante anacrónico. No sé cómo pretenden tener personas felices y satisfechas, que no están casadas y que de repente tienen sus cosas, affaires y emparejamientos, tratando de vivir sin culpas y en paz con su sexualidad. Algunos están enamorados, otros no tanto pero igual y bueno, es difícil pelear contra las ganas. De ahí nos vamos al noveno… uf, ni siquiera pensar. Se ve duro. Se siente duro. Literalmente. La lujuria es algo así como el apetito desordenado de los placeres eróticos. ¿Cómo puedes contra algo que suena tan terrible? (Y más encima rico). Además lujuria y fornicar suenan a algo un poco sórdido. Y yo, que no beso en la primera cita, sino más bien en la segunda o tercera, me gusta sentir la química y la conexión, los detallitos, la cosa romántica y los juegos de seducción... y por ahí van los besos, las manos y risas y bueno, después todos serios y todo perfecto. Happy end, música y los créditos finales...

Algunos necesitan una reingeniería y un buen asesor de comunicaciones. No sé si me gustaría el clima en el Vaticano. Pero podría trabajar por e-mail.