Estadísticas y corazones

Hoy no estuve. Ayer tampoco. Ahora, menos.
Hoy podría escribir del frío, pero en realidad nunca siento frío. Podría decir que siento que ya falta poco para la primavera, que hecho de menos a la luna llena, que la echo de menos a ella. Tal vez podría quejarme de todo y de nada, podría hablar de mí, pero creo que ya he dicho suficiente, incluso bastante más que eso. Contar que tuve un buen almuerzo de negocios hoy, y que fue bueno, que tuve una cliente casi todo el día aquí, diseñando conmigo. Hablar de películas, de los nuevos DVD que me llegaron, o que puse un traductor on-line en el blog para los lectores, bloggers y no bloggers, que me leen con muchas dificultades en Indonesia, Madagascar, China, Moldavia. Que puse un botón de Blogs Chilenos, diseñado por Eduardo de Live-at-Blog y que ojalá lo pongan todos los que quieran. Decir que de verdad me interesa el fenómeno blogger y no sólo el chileno, decir que me gusta escribir y que mi condición crónica de comunicador precoz no tiene remedio ni mejoría.
Decir que hasta el último post he escrito 307 en total, con 55.516 palabras, la mayoría inútiles, que tengo un promedio de 4 posts por semana desde el 21 de abril del año pasado, que me demoré 3 minutos en escribir esto, que llevo más de 2.000 comentarios con Haloscan, que estoy linkeado en muchas páginas y lugares, que llevo 13 mil y tantas visitas desde que las empecé a contar en noviembre, y que a veces lo único que siento es nada.

Tanta cosa dicha, tanta cosa escrita, tanta no escrita. No sé donde dejé los unicornios perdidos, de varios colores, no sé donde está la tecla delete, no sé que pasa, tengo tantas palabras por decir, besos guardados, y tanto espacio adentro que tengo la sensación de respirar con eco.
Hoy no. Hoy no estoy para escribir ni para contar historias. Sólo frías estadísticas.
El corazón me reclama.
Hoy no estoy.
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