Noches de Cine
lunes, octubre 24, 2005
Es que siempre todo es como una gran película.
Y el guión da saltos inesperados, casi absurdos.
Pasa del drama a la comedia, de la acción al romance, del miedo a la alegría. Del documental al triple x.
Y no se pueden usar dobles, todo siempre es un riesgo.
Ni hablar de la banda del sonido, un imbunche de voces, música y palabras.
La vida, así le dicen.
Cada día, una sorpresa.
El sábdo en la noche, muchos haciendo vigilia, esperando la santidad oficial. Ella y yo, también en vigilia, pero en otra, tratando de arreglar el guión de nuestras vidas. Tropezando de nuevo con las piedras del libreto. Y optamos, como en La rosa púrpura, por salir de la pantalla, por dejar que las cosas pasen. Hacer que pasen. Intentando el happy end. Ese que cuesta tanto.
Pero en esa estamos.
Y como decía Alberto, contento señor, contento.
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