Freak, light and cinic
martes, diciembre 13, 2005
Recuerdo los buenos escritos de Fuguet en el Wikén de principios de los 90. Todos los viernes el Alekán era tema obligado del almuerzo. Yo solía ser un gerente exitoso de una transnacional y teníamos varias cosas en común. La plata dulce, los lugares comunes, la música, las relaciones.
Hoy me acordé del Alekán. No es textual, pero era algo así como que si uno no es feliz... compra. Si puedes hacerlo, obvio, o eres lo suficientemente loco.
La cosa es que hoy me compré un Mac, un iBook. G4. Maravilloso. Chiquito y resplandeciente. No los voy a latear con las características técnicas, pero es coolísimo. Y me compré un monitor, gigantesco, LCD, plano, top. La combinación es perfecta.
Juguetes de niño grande. Mi regalo de Navidad adelantado. Mi dosis necesaria de mimos, añuñús y autoregaloneo que me estaba debiendo. Un Extasis pagado con plástico.
Quedé feliz.
Ya sé, ya sé, se me pasará. Pero voy a disfrutarlo un buen rato.
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