Pingüino, otra vez
domingo, junio 04, 2006
Ya fui pingüino. Hace hartos años eso sí, con pelo largo, uniforme de chaqueta azul oscura, camisa blanca e insignia del Darío Salas. Y ellas, todas de jumper, corto hasta lo indecible. Y llenos de ganas, nos tomamos el colegio, y varias veces, para reclamar por algunos derechos que se siguen peleando hasta hoy. No se pasaba mal, habían turnos para vigilar y voluntarios para las diferentes actividades, que iban desde cocinar hasta la recreación. Las noches heladas se pasaban conversando, quién tiene frío a los 15 años. Y alcancé a estar en democracia, porque el golpe del 73 me pilló en la Universidad de Chile, estudiando Licenciatura en Filosofía, bien chico eso sí, 16 años y ya andaba lleno de libros, y sobretodo de ganas, de ganas de aprender.
Y hoy, veo a todo este movimiento que amanece, y por lo menos me alegro de una cosa, que hayan despertado, o más bien, que estén comenzando a despertar.
Que tienen problemas, claro que tienen, que se confunden harto entre ellos mismos, quién no se confunde. Que se les infiltra lumpen, a nosotros nos pasaba lo mismo. Que varios se les cuelgan debido a la convocatoria, va a seguir pasando, porque se les acoplan organizaciones de todo tipo y llaman a paro nacional y los chicos no quieren perder su identidad, sus ganas, no quieren presiones que confundan sus demandas estudiantiles con los oportunistas de siempre, porque los instrumentalizan, así que dicen que mañana lunes se quedan en los colegios, que no van a la calle, y los medios tradicionales, era que no, en una actitud bastante impresentable, les mandan mensajes, algunos nada de solapados y les invitan a bajarse del chorro, otros los llaman soberbios, o inmaduros, y que no hay como dar gratuidad al pasaje escolar, ya que sale no sé cuantos millones, aunque la demanda no es que todos los pasajes sean gratis sino sólo para el quintil más pobre, o bien bajar la tarifa. Lo que hay que entender es que el movimiento apunta a reformas más importantes, como la derogación de la famosa LOCE que fue promulgada y entró en vigencia el 10 de marzo de 1990, es decir, el último día del gobierno militar, un día antes que asumiera Aylwin. Y si se dan el tiempo de leer la famosa ley podrán ver que tiene unas perlas maravillosas, como esa que declara instituciones sin fines de lucro a las universidades privadas, por lo que sus dueños, con algunos resquicios y artilugios -tales como inmobiliarias- pueden arrendar locales y sedes a sus propias universidades en gruesas sumas, y en la más legal de las operaciones. Asimismo pueden abrir y cerrar carreras y sedes sin mayores problemas.
Los chicos despiertan. Y creo que van a conseguir cosas. Y ojalá que nosotros consigamos, como país, educarlos bien, mostrarles el mundo, desarrollar su inteligencia, sus sentidos, enseñarlos a sacar sus emociones, enseñar y aprender con ellos, y sobretodo hacer crecer su voluntad, hacerles creer en ellos mismos. Harto hay que hacer para que su encuentro con la realidad sea bueno para todos. Especialmente para ellos. Porque tenemos que devolverles este mundo que nos prestaron. Ya lo están cobrando. Y tenemos que devolvérselo bien.
0 comentarios. Escribe tu opinión aquí.:
Publicar un comentario