El otro lado
domingo, septiembre 03, 2006
Me viene bien la columna del Milenio que publicamos hoy. Será porque a veces se me sale el Jerónimo. Y a ella también.
La cosa es que me vine temprano de su casa a trabajar, sí, ya sé que es domingo, pero qué se le va a hacer. Y como estoy sin auto, me vino a dejar, y yo, sentado ahí mismo, pero a mil kilómetros. Y hace poco rato el timbre, y quién será y claro, era ella, con el libro Luna Caliente de Mempo Giardinelli de regalo, y da lo mismo, el mejor regalo siempre es ella, que tiene los ojos de siempre detrás de la puerta. Y todo se convierte en besos y buenas cosas.
¿De dónde aparece el otro lado? Ese ser independiente a veces tan desconocido.
Y lo que sigue es el resumen de la columna El mundo sigue ahí, publicado hoy en el suplemento cultural Laberinto del diario Milenio, de México, que resume algunos posts publicados aquí mismo.
Si quieren leer la columna completa, click en la imagen, si la quieren más grande, click de nuevo.
Siempre me ha intrigado el otro lado, el lado B. Recuerdo a Demián, ese tremendo libro de Hesse, leído mil veces, en que Emil Sinclair, habla del "mundo de la luz" y el "mundo de la oscuridad".
Cada cosa tiene sus dos lados, y a veces actúan en forma independiente. Las teorías son varias, los contrarios, los complementos, el ying y el yang. Durante siglos las cruzadas y las misiones asolaron tierras y civilizaciones, en nombre de un Dios occidental. Y eso también es el lado B, el lado oscuro de las grandes cosas. Hoy mismo, en nombre del progreso, se tala hasta el Amazonas, pero bueno, ese es otro tema.
¿Pero qué pasa con nuestro lado B?. Ese que no mostramos, especialmente cuando conocemos a alguien. Ese que se demora en salir. Ese que a veces nos da uno que otro consejo perverso, maquiavélico, a veces simplemente aterrador. Recuerden al Dr. Jekyll, tal vez no podía soportar su vida de persona intachable, por lo que necesitaba transformarse algunas veces en Mr. Hyde para dar rienda suelta a su sensación de libertad y trasgresión. Bueno, el final es conocido, ambos se reprimen y finalmente se destruyen.
De donde vienen esas reacciones desproporcionadas, como esas que nos hacen sentir furia, de donde nos sale ese gritón, de donde aparece esa fuerza negativa un poco desconocida y poderosa, que a veces nos asusta.
De dónde sale esa sombra. A mí me intriga hasta qué tipo de luz provoca esa sombra.
Algunos se van al estadio, o a manejar a una autopista, o reclaman contra la tele, o prefieren a Darth Vader antes que Luke Skywalker, o disfrutaron de verdad con Hannibal Lecter. (Yo también). Pero ¿de donde viene ese lado B?
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