El robo a Coca-Cola

Hoy se declararon culpables los tres malditos empleados de Coca-Cola que intentaron robar datos confidenciales de su compañía, incluyendo una muestra de un nuevo producto.

Uno de ellos envió una carta "secreta" a los ejecutivos de su eterna rival, mi odiada Pepsi, ofreciendo esta información a cambio de un millón y medio de dólares. La Pepsi, en un arranque ético encomiable, avisó discretamente, y al más alto nivel, a Coca-Cola y ésta al FBI. Luego, los agentes encubiertos se encargaron del resto, los grabaron y filmaron fotocopiando papeles, sacando muestras, etc. Todos presos. Se declararon culpables, en un arreglo con la fiscalía, para obtener penas y multas menores.



Me alegro por mi amada Coca-Cola. Y en honor a la competencia y su honestidad, un día de estos, y en forma extraordinaria, tomaré Pepsi. (Pero sólo un pequeño traguito. No es para tanto).