La casa en el lago

Ayer vimos La casa en el Lago, con Keanu y la Sandra Bullock. Y aunque de lógica tiene poco, me gustó. Quién dice que el amor tiene lógica. Hay cosas que simplemente se aceptan. Cómo tratar de explicar las ganas de ver a alguien, las ganas de querer, o de encontrar una explicación a las casualidades, a las coincidencias de una pareja. Cómo explicar el amor.

Me gustó la película, la música está muy bien, suena Paul, la Carla Bruni, Carole King. Hay por ahí un guiño a la película coreana Il Mare, que recrea la misma historia. Chicago, una de las ciudades más lindas del mundo, es muy bien mostrada por el argentino Agresti, que dirige esta versión.

Quedan muchas preguntas de cómo se pueden encontrar, y más aún, enamorar, una doctora que deja una preciosa casa en el lago y que se comunica con el arquitecto que llega después, pero dos años antes. No importa, ni siquiera intenten responder. El tiempo no es lineal, así que se conocen en algún doblez cósmico, un portal mágico, no sé. Hay gente que se ha conocido y enamorado por encuentros fortuitos, por e-mail, por blogs. Puras cosas inexplicables. Pero que a veces suceden.