Monday, bloody Monday

Ayer lunes fue un día malo.
Y no sólo por los sucesos de Virginia, sino que nada resultó bien.
Y todo lo que salió mal tiene que ver conmigo.

No más.

No va más.


Y a otra cosa.



Hay un blog, Bryce's Journal, escrito y actualizado en tiempo real por un estudiante, respecto a lo que sucedió en Virginia. Pueden verlo aquí, es realmente impresionante.

Y hoy en el Twitter ví una frase de Rosa, que decía exactamente el título de este post. Lo leí y dije, tal cual.

Un rato después David de Ugarte, también en el Twitter, pasa el dato de una página, un blog, alojada en Spaces. Alguien que sabía del atentado en Virginia. Y he estado mirando cada cierto tiempo los muchos comentarios, la gran mayoría, llenos de indignados insultos que le han ido posteando. Creo que el FBI o alguien bajará la página en cualquier momento. La página está en inglés, pero es fácil entender.

Este es el resumen: Error (ese es su nombre) posteó algo a las 6:19 de la mañana, es decir, poco antes de los sucesos. (Aunque todos sabemos que, al menos en Blogger y en Wordpress, la hora se puede alterar al postear, -no sé si en Spaces- igual no deja de ser inquietante). Dice que llegó el tiempo para volarlo todo. Que el plan que ha trazado para su camarada funcionará. Luego vienen las consabidas proclamas respecto al mundo que todo mal, y etc. Y termina diciendo que sospecha que será enjuiciado como cómplice, tal como espera, porque en la gloria de la fama podrá argumentar su punto de vista y compartirlo con otros. Dice textual, "Te preguntarás, que me animó a crear este esquema para que mi amigo asesine a tantos, qué me llevó a manipularlo para causar tal daño total. Ya lo he dicho. Espero que mi amigo tenga éxito, si no, tendré que elegir a otro".

Scary, eh?

Puede que sea un bromista, candidato al idiota del año, o un loco de patio, como hay tantos. Pero entre tanta información contradictoria, cualquier cosa podría ser verdad.

A esta hora, ya lleva 170 comentarios. Y hay varios que están realmente enojados y le desean, al menos, las penas del infierno. 33 muertos y 30 heridos graves, muchas familias quebradas, y un país entero que no entiende qué pasó.



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