Ayer se me perdió

Leo recién, entre llamados, reuniones, montajes y una edición de video que me tiene de cabeza, que se perdió un lago en el sur.

Tal cual, se perdió.

"Hoy, en su lugar, sólo queda una cavidad seca con una enorme grieta." El lago era alimentado del derretimiento de los glaciares que lo rodeaban. Y ahora, los geólogos e investigadores, y también la gente normal que tiene sus teorías, están de cabeza tratando de entender qué pasó.

Tantas cosas que se nos han perdido alguna vez. Tal vez no tan raras como un lago, pero sí importantes.

Alguna vez perdí la inocencia, bien grandecito eso sí, pero bien conversado, enamorado y con una sensación que hasta hoy recuerdo. Perdí buenos amigos. Perdí también un par de pedazos del corazón, alguna vez. Perdí oportunidades, perdí plata, perdí el tiempo, perdí muchas cosas.

Pero también gané. Hasta ahora, sigo ganando. Más gano que pierdo. El balance siempre ha sido positivo. Y las cosas se han ido dando, arreglando y acomodando para que hoy tenga lo que tengo. Dos hijos, que son mis ojos, la maravillosa mujer que quiero, las cosas que hago, la vida que vivo.

Aunque a veces, también llegan las nostalgias.
Dónde estará todo lo perdido.
¿Habrán geólogos de las pérdidas?