L'air du temps

Hay viento. Llueve. Es tarde, vengo llegando del cumpleaños del Chere. Todo el día en el Sheraton, en un evento de Adobe, el lanzamiento de Photoshop y la Creative Suite CS3. Después a la oficina, hasta las 9, a tratar de ponerme al día. Porque, atrasado, preparo un montaje de evento para el martes, otro para el jueves, que dura hasta el sábado, de ahí a un workshop de iluminación todo el fin de semana, tengo como pendiente hacer una lista de pendientes, y voy este sábado a un Taller de Blogs a Rancagua con algunos voluntarios de la Achib, y son, claro, los mismos de siempre, después me voy a una Feria en Guatemala, me falta tiempo para escribir, para leer blogs, para instalar cosas en el Mac, para ir a ver a mi papá que está algo complicado de salud, para ordenar este departamento que es un ejemplo vivo de la teoría del caos, quiero días más largos para conversar más con los chicos, para dormir un poco más, para verla más a ella, y siento que el tiempo se me va entre los dedos, y no hay cómo, porque de verdad, no hay cómo. Pero a los chicos los veo igual, nos llamamos por teléfono si no nos vemos y es igual que siempre, rico y cercano, y con ella también, porque pasar a buscarla, mirarla y tratar de aislarse de un cumpleaños lleno de gente resulta igual y siento sus piernas en las mías y nos miramos y todo bien.

Prisionero del tiempo, esa es la figura que veo a veces. No sé si les pasa a otros, pero a veces, de verdad, no da. No da el día, las mañanas son un suspiro, los almuerzos, cuando se puede, son igual de rápidos, y la tarde se va entre reuniones, mails, teléfonos y respirar un poco. Bajo música que no oigo, películas que no veo, los dvd se acumulan y tampoco los veo. No uso reloj, hay un cajón en una cómoda con varios adentro. No me da para usar reloj. Sería mucho. Amo lo que hago, o hago lo que amo, no sé, pero si no fuera por eso, hace rato que estaría por ahí, chato.

Para los griegos el tiempo era cíclico, para otros es lineal. Borges decía que de eso estamos hechos. Creo a veces que es sólo una manera de medir los momentos, y que si estamos hechos de tiempo, también lo somos de recuerdos. Y a mí me gustaría poder parar el tiempo a veces, y congelar en un instante ese segundo que podría ser maravilloso.


No sé, tal vez sólo me falta dormir un poco más.