Lejos

Por allá de lejos.
Así se siente.
Y es raro respirar todo el aire para uno solo.

No sé cuando se acaba la magia, no sé cuando termina la curiosidad, las ganas. No conozco el secreto, tampoco los misterios que mantienen vivas las fantasías y duraderas las cosas que quiero. Ser romántico sin remedio, y pegote, y llenarme de planes que son consumidos por un día a día avasallador e invasivo, es algo que pocos soportan, al menos para poder convivir con alguien como yo. No tengo horarios, al menos no los normales, hablo y hablo y soy malo para escuchar, aunque a veces me acuerdo que son dos orejas y una boca, pero olvido la proporción. Insufrible, eso me dijo alguien alguna vez. Puedo disfrutar de una cosa mínima como si fuera un mundo, y quedarme pegado en una palabra, un gesto, una mirada que no me gustó y me voy para adentro. No sé si a todo el mundo le pasan cosas así, yo quiero que me quieran antes, durante y después, y quiero más. Y más. Y más. Y a lo mejor eso no puede ser. Y debería haber hecho esto, y esto y lo otro, y trabajar las cosas día a día, o no complicarme ni complicarla y dejar que las cosas se den solas. Y si no se dan también. Porque saber qué hacer debe ser importante, casi todo el mundo sabe. Yo no. Yo no sé. No conozco los códigos. Puedo producir una noche maravillosa e inolvidable en un evento para mil personas y me cuesta organizar mi vida. Administrar millones de un cliente para hacerlos rendir bien pero el desorden personal es a veces difícil de manejar. Aunque sí puedo jugar, hablar, pensar, abrazar, demostrar cariño. Sentir esa energía que a veces está ahí, que inunda todo, como cuando te escuchas el corazón, y no es que te lo sientas, literalmente lo escuchas. Y hay ojos, bocas, manos, piel y corazones latiendo.
A veces resulta todo.
A veces nada.
Y duele, claro que duele.
Y me lleno de preguntas. De cómo se quiere sin juzgar, cómo se manifiesta afecto y se comparte amor incondicionalmente, honestamente, sinceramente. Humanamente. Cómo se antepone el amor a cualquier cosa. Cómo dejas que otras cosas te la ganen. Si no buscas, si no intentas, no se puede.