Gracias Santa

Estuvo bien la Navidad, pasamos la noche del 24 con mis hijos, su mamá, sus abuelos. Y comimos rico, y nos dimos regalos y nos acordamos de tantas navidades parecidas, siempre en familia. Miro tanto a mis dos hijos, los miro y siento que los amo desde el momento mismo que supe que existían. Son dos hombres, grandes, llenos de planes, de deseos, de ganas. Y me regalan las cosas que buscaron, que hicieron con sus manos, que envolvieron, y también siento que me miran, que me ven la cara y se ríen solos, todavía sin entender tanta cosa de este papá loco que les tocó. Linda Noche Buena. Linda noche.

Y Santa me trajo un regalo especial el 25. Una invitación. Y la vi, todo el día, en el campo. A ella y parte de su gran familia, donde de verdad me siento cómodo. Nos volvimos a Santiago y se quedó conmigo. Y me encantó atenderla y ver que se reía, que estaba contenta, que se acordaba de tanta cosa, y claro, detalles que reconocía y otros que extrañaba.

Y yo me siento bien, feliz y lleno de ganas.

Santa se acordó de dos.
Gracias Santa.