Elecciones en Chile: Segunda vuelta

Mañana, 17 de enero 2010, entre todos elegimos un Presidente. Iré a votar, seguramente cerca del mediodía, y voy a votar por el que creo va a ganar por muy pocos votos de diferencia. Sólo espero que le dejen gobernar, que aprendamos a escuchar a la gente, a enmendar errores, a creer en las caras nuevas, en las caras jóvenes.

No me gustan los amigos de este candidato, y los de este otro tampoco me gustan. Pero bué, así se dan las cosas. La democracia tendrá sus defectos, pero es, hasta hora, el mejor sistema para que expresemos lo que queremos decir. Y elegir a quien nos guíe y represente es uno de los plus del sistema.

En diciembre, para la primera vuelta escribí esto, aquí mismo:

"...cuando estés ahí, solo tú en la cámara secreta, regálate unos segundos. Piensa en tí, piensa en tu país, en tu familia, en lo que quieres para los que quieres, para el trabajo, para la relación con el mundo. Piensa en los que tienen menos. Piensa en cómo quieres ver a Chile, a la gente, a tu gente. Y decide. Vota. Deja tu voto en la urna. Vuelve a tu casa tranquilamente. Y piensa que hiciste un acto en conciencia, que debe ser uno de los actos más importantes de nuestro deber cívico.

Y en la noche, cuando salgan los funcionarios a contarnos que de un total de no sé cuantos votos válidamente emitidos de no sé cuantas mesas, y que arrojan el siguiente resultado, piensa que uno de esos votos eres tú."

Que gane Chile.