Un acto de amor en silencio
martes, julio 16, 2013
En los años setenta, la artista serbia Marina Abramovic mantuvo una intensa relación de amor con su pareja, compañero de arte y de vida, el alemán Frank Uwe Laysiepen, más conocido como Ulay.
Pasaron varios años juntos, realizando toda clase de performances por el mundo. En 1988, cuando su relación, ya tensa y desgastada, se extinguía, llevaron a cabo su última acción, titulada Los Amantes. Cada uno caminó 2.500 kilómetros desde los extremos opuestos de la Gran Muralla China, (él desde el desierto de Gobi, ella desde el Mar Amarillo), un extenso recorrido que los llevaría a encontrarse justo al centro, abrazarse y no volver a verse nunca más.
22 años después, cuando Marina Abramovic ya era una artista consagrada, el MoMA, Museo de Arte Moderno de Nueva York, le dedicó una retrospectiva a su obra denominada The Artist is Present (La Artista está Presente). Como parte de esto, Marina compartió unos minutos en silencio con cada extraño que se sentó frente a ella, durante 71 días, seis días a la semana, seis horas cada día. Mujeres, hombres, niños, jóvenes, viejos, famosos y desconocidos se sentaron y la miraron en silencio. Las reacciones de esos minutos, de ese inmenso acto de amor, mirándose a los ojos, fueron notables y distintas. Cuántas historias, recuerdos, angustias y alegrías se instalaron ahí en ese traspaso. Cuánta energía. Cuántas palabras no dichas sucedieron en esa sala.
Volvamos a la historia: Ulay llegó, sin que Marina lo supiera, 22 años después, y esto fue lo que pasó:
¿Qué decir después de esto?
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Puedes ver una galería de fotos de algunos de los visitantes que se sentaron frente a Marina aquí.
4 comentarios. Escribe tu opinión aquí.:
Lo vi hace un tiempo, lloré, claro... cómo no?!?! Tantas cosas dichas en un momento sin decir una sola palabra...
Qué bueno es volver a tu casa!
:D
Alguien me mostró esto hace un par de días. Todavía estoy impresionado. Me puse a buscar y encontré mucha info, el documental completo, fotos y opiniones. Creo que es absolutamente notable.
Solo ese profundo anhelo de haber al menos tenido en tu vida un amor así, limpio sano y que permanece a pesar de las intromisiones de la vida y el tiempo, intacto..
Gracias Roberto
Preciosa historia.
Un saludo.
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