"Quédate tranquilo, estás haciendo una trombosis"

El fin de semana me sentí mal, en realidad me sentía raro y mal algunos (varios) días pero no pesqué. Le eché la culpa a dormir poco, viajar mucho, y hacer muchas cosas al mismo tiempo, pensando siempre que el período de locura pasaría luego. (Porfa, lean el post anterior "En gira permanente").

Estuve toda la semana, en realidad todo el mes, bajando y subiendo de aviones, dando conferencias, clases, charlas, reuniones y demases. El sábado cuando llegué en la noche me sentía fatal. Llamé a Verónica para preguntarle qué me podía tomar, tenía el brazo afiebrado, inflamado, latía y dolía. Cuéntame qué tienes, me dijo, (es doc), le cuento y me dice, quédate tranquilo, voy a buscarte, estás haciendo una trombosis.

Llegamos a Clínica Las Condes, y tal cual, el doctor que me recibe me dice, después de un rato, quédate tranquilo, estás haciendo una trombosis.

Uf, así que trombosis en desarrollo, que por suerte se localizó en brazo izquierdo. Me instalaron cosas, analgésico fuerte, directo a la vena, ecografía no sé qué en el brazo, y yo lloraba de dolor. Le digo al doc que a qué hora podía irme, pues tenía pasaje a Temuco y debía dar una conferencia y había mucha gente esperándome. Dos cosas, me dijo. Una, no vas a subirte a ningún avión, y dos, vas a quedarte internado aquí y ahora.

Y ya pos, me quedé.

Y me acordé de Cerati y de todas las historias similares que he escuchado todo este tiempo. En fin, ahora trato de andar más tranquilo por la vida. La cosa es que debo dejar algunas cosas, quedarme con lo que realmente quiera, no pescar, no decir a todo que sí, aprender a decir no, y tener más tiempo para mí y le gente que quiero.

Y claro, no fumé nunca más.

Y como he debido explicar y plantear por ahí esto mismo que les cuento aquí, la gente entiende al tiro, sabían? Es más fácil de lo que pensaba, así que debo estar en el camino correcto, pescando menos. O algo así.

No puedo parar de escribir esto sin volver a agradecerle a Verónica el buen diagnóstico, la rapidez con que llegó, la firmeza con la que me dijo sube al auto y me aguantó en la Clínica lo insufrible e insoportable que debo haber estado,  estaba.

Cuando salí de la Clínica el mundo seguía ahí. Pero algo anda bien en esto de andar más lento y reposado, me gusta. Y espero que me dure.