Llegó.

El 2004 llegó.
Y se fue el pasado. Se fue lo que no pudimos lograr, el tiempo que pasó irremediablemente, los momentos de vacío, los reconocimientos que no llegaron. Lo que no concretamos y lo que nos dolió por no lograrlo. Pero ese año se terminó y ahora comienza otro.
Creo que mirar el pasado y reconocer algunos de esos conflictos que nos provocaron ansiedad nos va a permitir pensar en un plan de acción para este 2004, sin requerir perfección ni expectativas falsas. Que se mantenga dentro de lo posible y real.
Por último tener también un Plan B.

Me tinca el 2004. El pasado es pasado. No intentaré olvidar lo que es imposible borrar. Y voy a recordar siempre los buenos momentos que tuve, que fueron muchos. Y he ido aprendiendo a disfrutar de las alegrías, y a tenerle paciencia a las tristezas.

Mi primer abrazo fue para Martine y luego a Ro, a Fe, a mi mamá. Y pensé con muchas ganas que el 2004 tiene que ser un año especial, de esos buenos.

Eso es. 2004, ahí voy.