Lucy en el cielo con diamantes

John tenía razón... ¡hay diamantes allá arriba!

Esta es una de esas historias que puedo leer muchas veces. Un diamante es para siempre. Y uno está flotando cerca de la constelación del Centauro. Los astrónomos del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian descubrieron una estrella hecha de carbón cristalizado, que mide mil 500 kilómetros de diámetro. Es un diamante hermoso y enorme, jamás imaginado por el más loco joyero terrestre. Se encuentra a 50 años luz de nosotros y es el corazón comprimido de una antigua estrella que alguna vez brilló como el Sol... luego perdió la luz... y colapsó. El enorme diamante cósmico -técnicamente conocido como BPM 37093- es una enana blanca cristalizada.

El diamante más grande terrestre mide 2 pulgadas y tiene 530 quilates, se llama Estrella de Africa y está colocado en la cruz del cetro británico real. Lucy, la estrella diamante, tiene cien mil millones de millones de quilates o algo así, (quilate más, quilate menos).
Y ahí está, sobre nosotros, y emite ondas, sonidos, pulsaciones, palpita constantemente, como un corazón en el cielo.

¿Qué nos querrá decir con su sonido?

Los científicos predicen que nuestro Sol, hoy cálido y sonriente, dentro de unos cinco mil millones de años se cristalizará y se convertirá también en un diamante magnífico... pero ya cada uno de nosotros no estaremos aquí. Y el mundo, no sé si seguirá ahí. Probablemente no como hoy.

UN AÑO ATRAS...
Les diría que a veces hay que dejar que la nostalgia te inunde y no luchar.
Si amaneciste melancólico, déjalo fluir. Hay días para cosas nuevas,
para andar alegre, o eufórico, y lleno de ganas.
Y hay también otros días. Y todos se agradecen.
© El mundo sigue ahí. 05/05/03

Todo permanece, nada se destruye, sólo se transforma.
Como Lucy en el cielo. Como el amor.