Bodas reales y cucharitas

Nadie puede

Otra boda más, y un poco antes de la de Letizia, también en mayo, se casaron el príncipe Federico de Dinamarca y la abogada Mary Donaldson (from Australia). La cosa es que existe un contrato, un texto legal firmado por los cónyuges -por imposición real-, en el que se establece que en caso de mal comportamiento, infidelidad, separación o divorcio, Mary perdería su título real, sería repudiada por la monarquía y tendría que abandonar su vida en palacio sin más bienes que los aportados por ella al matrimonio. El documento establece las mismas consecuencias en caso de que la abogada se separe por no poder soportar el frío danés o debido a las posibles infidelidades de su esposo. Además, determina que los posibles hijos de la pareja quedarían bajo custodia de la corona danesa.

Lo increíble es que Mary lo firmó.

Uf! No quiero contratos pre-nupciales, ni textos legales. Si tengo mal comportamiento que me den con un palo en la cabeza, sin más. No me repudien, soy so sentitive. Y para las frías noches santiaguinas lo mejor son las cucharitas, de esas conversadas y llenas de tentaciones.