El amor en los tiempos del blog
jueves, junio 03, 2004
Porque a veces me lee
Me acordé de el principito, que amaba a su rosa, pero no sabía amarla.
Esto no es una contradicción.
Pasa todo el tiempo.
Me he preguntado tantas veces, cómo ser yo y que me quieran. Cómo quererla siendo ella. Toda ella.
Paquete de fábrica. No refunds. No changes. Tal cual.
Yo creo que en eso estamos. Se siente bien.
UN AÑO ATRAS...
Muchos crecimos con el Principito y varios lo re-descubrimos ya más grandes y crecidos.
Cómo olvidar al rey sin súbditos que ordena lo que de todas maneras sucede, al geógrafo que dice que las flores son insignificantes, al hombre de negocios que compra estrellas, sólo para poseerlas, al comerciante que vende píldoras para no tener sed y ahorrar tiempo. Cómo olvidar sus 3 volcanes, el zorro y sus ganas de ser domesticado, el dibujo de la serpiente, sus grandes árboles y especialmente su rosa.
Su rosa. Conmovedoramente bella, única. Esa rosa que él amaba, pero no sabía amarla.
© El mundo sigue ahí. 02/06/03
Por favor, díganme que vieron la luna. Iba en el auto cuando recién salía, toda luna, toda llena.
No pude aguantarme: Le mandé un mensaje al celular.
Hoy en la noche vamos a un desfile de lanzamiento de la revista Boda Soñada. Si veo al espíritu santo rondando le haré un guiño. A ver si un día de estos le digo el will you marry me.
(gulp).
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