Este es largo Z
jueves, marzo 30, 2006
Porque un día le dije que iba a escribir de ella.
La cosa es que la Michi la ignora. Claro, la Michi es pituca y cuica y en su vida anterior fue una princesa, y es así. Si le gustas, todo. Si no, nada. Un día contaba que mi vida afectiva se podría medir por la cantidad de arañazos en la puerta, -es que si no cierro, la Michi se mete entremedio y todo mal- pero a diferencia de otras visitas, una sola vez nos rasguñó la puerta, y nunca más.
La última vez que Z vino a mi casa fue raro. Me llamó al celular, estoy cerca, ok, pasa y le ofrezco un café pero siento que estoy lejos y especialmente bueno para hablar y hablo hablo hablo hablo hablo y ni la miro, sólo hablo. Sé que siente todo raro, porque normalmente llega y entre que nos empujamos por el pasillo nos sacamos algo entremedio y a veces ni llegamos y nos quedamos enredados en algún rincón por ahí, y ahora no, porque le llevo el café al living y me siento y como fuma pongo un cenicero gigante al medio y me pongo a hablar como si hubiera estado amarrado con voto de silencio. Y hablo una dos tres horas hasta que de repente me callo y no quiero nada nada nada. Y chac, pa dentro. Y me mira todo el rato y sé que mira y nada. Estoy lejos, a mil años luz, donde de verdad me gustaría estar a veces. Y me dice si me puede hacer cariño y ni contesto y me toca el pelo y la cara y cierro los ojos sigo allá lejos y me besa y siento su boca y no quiero de verdad no quiero pero ya me gasté todas las palabras y me callo me besa un rato hasta que se aburre y me dice mejor me voy ya le digo te dejo en el auto y me da un abrazo llámame me dice ya le digo pero no creo y se sienta y se va y nunca mira para atrás y pesco mi auto y me fui a comprar dos cajetillas de Marlboro porque me las voy a fumar todas porque cuando llegué al mac poco antes que llegara ella leí a alguien en el Gmail y me dice lo que me dice y me quedo medio raro y con ganas de contestarle al tiro pero no puedo porque llega ella y me carga que llegue porque quería escribir que va a ser difícil tomar té con quien quiero y darle todo lo que quise darle si siempre tiene que estar resolviendo cosas y cosas como tantas más que por ahí se quedaron, no sé donde, detrás del miedo, encadenadas a la nada.
Pero Z vino hoy, y llegó y escuchamos la grabación de la entrevista que me hizo Alejandro Guillier de la Futuro hoy, a las 8 de la madrugada, y nos reímos harto porque le cuento que cuando llamó la productora me despertó, me sacó de un buen sueño donde sonaban timbre raros y aló, hola Roberto, de la radio, y ya, te saco al aire y yo uf, trasnochadísimo, tratando de parecer habiloso y cuerdo y hablo de la brecha digital y de las tecnologías de la información y de blogs y la web y muchas gracias profesor me decía Guillier por el aporte y no sé qué más y corto y me derrumbo en la cama de nuevo pero tengo que pararme porque la Michi quiere desayunar y me pasa la cola por la cara y la lengua áspera por los ojos, así que arriba y baño y cocina y mac y preparar una super reunión donde me confirman que tengo el evento del 24 de abril y va a ser bueno y con harta producción y modelos y rostros y mil cosas. Y cuando vengo de vuelta en el auto contento y a mil por la costanera norte se aparece Z en el celular que quiere venir y le digo ya, y siento que tengo ganas y me gusta sentir ganas y viene claro, y se ríe y todo bien y quiere hacerlo como la otra vez, es que no hicimos nada le digo yo, no como esa, me dice, como la otra otra vez. Y todo bien y todo el rato suena Pánico con la transmisión de la Concierto y suena bien y miramos las estrellas que pegué en el techo y estoy contento y participativo y cercano y después la dejo en su auto porque se va para su casa, sus cosas, su mundo y quizás cuando la vuelvo a ver y me vengo a conectar aquí donde escribo todo esto y sé que Z lo va a leer porque me lee y harto pero también debe saber que la mayoría de las cosas que escribo aquí son palabras inútiles, mensajes en botellas y locuras varias. Que nada es cierto y que me lo invento todo. Menos a la Michi que pasea su cola por las teclas y está contenta que estamos solos y me tiene todo para ella, de nuevo, otra vez.
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