Las amigas

La cosa es que, como decía Georgie, me duele una mujer en todo el cuerpo*.


Pero no volveré a hablar de esto.

Creo.


En realidad, creía. Eso lo escribí hace rato. Después del teléfono.
Pero salí, a tomar aire. Y me capturó la luna, que está absolutamente hermosa hoy.
Y le digo todo lo que no dije, y entiendo todo lo que antes no vi, porque ahora abro mi corazón y dejo que la luna me lo llene.

Nunca me conecto a GTalk, nunca tengo tiempo de atender los saludos y los chateos, mi día a día es complejo y lleno de cosas. Pero me conecté hoy. Cuando volví al mac tenía un par de mensajes de un par de amigas. Y aparte de asombrarme por la increíble percepción -será que ellas nacen con un radar que nosotros no tenemos- me vi de repente volcando muchas cosas ahí en el teclado.

Amiga 1 me dice: Ay pordió, estai bien?
Yo: Uf

Amiga 2 me dice: Sabes que uno tiene la vida que quiere? que inconsciente o conscientemente uno se sabotea o se ayuda. Quizás uno de uds no cree merecerlo y por eso... etc. Pregúntate, estoy bien yo?
Yo: mmmmm
Amiga 2: O siento que la necesito para estar bien? Porque si solo la necesitas, o viceversa, no está ok
Yo: mmm
Amiga 2: Porque eso de que uno solo está bien, pero está mejor con el otro son cosas que aprendí con ud, don.

Y Amiga 2 me llama por teléfono. Y Amiga 1 me invita pa su casa.

Off.


Y ahora, que estoy en el departamento, salgo al balcón y la luna, la amiga amiga, me mira, y me mira diferente a otras veces, me pregunta como estoy, y aunque sé que ella sabe lo que siento, y porque me siente raro, me pregunta, Qué quieres? Qué quieres Roberto, que quieres tú?

Y conversamos un rato.

Y me vengo a escribir, pero como me quedó algo en el tintero, salgo y la busco, pero ya no escucha, son muchos los que le hablan, muchas las promesas, muchas las lágrimas, muchos los besos, muchos.



*Poema El amenazado, de Jorge Luis Borges