Día de la Mujer 2011

Varias veces he escrito aquí mismo unas líneas dedicadas a las mujeres en su "día oficial". Vuelvo a leer los posts anteriores. Sigo sintiendo igual.

Porque desde aquí, quiero saludarlas a todas, especialmente a las amigas, a esas que te eligen.
A las que llené algunos minutos de sus vidas, a las que me olvidaron, a las que me recuerdan.
A las que fuimos sólo amigos.
A todas. A todas les debo algo.

Hoy, 8 de marzo, es un día especial, la mitad de la humanidad celebra el día de la otra mitad. Y aunque no hay un Día del Hombre, sé que nos saludarían igual.

Aunque suene cliché, todos los días son de ellas. Porque cuando caché que ellas la llevaban en todo, desde ese día fui más feliz. En serio. Ese es el orden del universo. No luchen contra la corriente. Así es la cosa. Es inútil tratar de entender sus lenguajes secretos, sus silencios, sus ganas de hablar. Son cómplices solidarias con sus iguales, pero sus peores enemigas cuando las sienten como amenaza. Cuerpos y almas. Juicio y seducción. Mentes y corazones. Misterios de mujer, misterios del mundo.

Es que las mujeres tiene eso, indefinible. Genio y ángel. Belleza interior, lindas formas. Grandes y pequeñas. Todas. Tu madre que te parió joven, la profe, la novia, la vecina. La famosa en la pantalla, la amiga que te busca porque le haces falta.

Todas. A todas les debo algo.
Cien vidas llevo amándolas, todavía no aprendo.

Hoy, me acuerdo de mis abuelas, la Inés y la Blanca Elisa, dos viejas de esas grandes. Me acuerdo de mi mamá, de mis dos hermanas, de todas mis amigas, de ella.


A todas les debo algo.