Sambalando

Y nos fuimos a ver al Inti y su invitada, la Laura Canoura. Uf, buenísimo, teatro lleno, todo el mundo entusiasmado, lo disfruté todo el rato. Qué bien se siente cuando estás conectado con tus emociones, y te da lo mismo cantar fuerte, sentir cosas, o escuchar serio y conmoverte. Es fuerte, es intenso, momentos así se agradecen.

El Inti impecable. Cada vez más afiatados los siete arriba del escenario. Y al rato, salió la Laura, linda y llena de risa. Cantó La Jardinera, de la Violeta, todo el mundo cantando, muchos aplausos. Luego, ella habla, gran silencio, no vuela una mosca, hasta que se para este blogger y le grita -conste que estábamos en la cuarta fila- Linda Canoura!! y ella me mira y dice gracias. Fue hermoso. Luego cantó una canción para y por las mujeres. Y bueno, sigió el Inti, y escuchamos Medianoche, Ven a morder conmigo en doce gritos/ los labios de un dolor ya redoblado/ será la última boca que tú beses/ cuando vayas camino del ocaso.... e igual terminamos Sambalando.

Sólo eché de menos Vino del Mar, la canción del Pato Manns. Escribí de eso una vez, hace algún tiempo: Cuando Chile duele, cuando se entregó el Informe Valech. Lloré tanto que quedé seco.


Pero hoy fue una linda noche. Linda compañía. Linda música. Todo bien.

Foto: Bárbara