Emociones
jueves, agosto 28, 2003
Los hombres hemos sido entrenados para callar aquellas emociones consideradas negativas para la acción, precisamente el dolor, la tristeza y el miedo. "La pena se calla y se aguanta, y el miedo se supera".
La emoción en el hombre es considerada positiva sólo cuando moviliza a la acción. En cambio, sentir una pena muy grande nos asusta y por eso no siempre nos permitimos el sentimiento. Pero esto no significa que no la sintamos, y bien adentro. Así, rápidamente optamos por transformar ese sentimiento en actividad, como por ejemplo trabajar para distraernos y tener la cabeza ocupada.
Desde chicos aprendemos a reprimir pesares, penas y miedos y eso mismo contribuye a aumentarlos. (o al menos a dejarlos por ahí, bien guardados , latentes y reprimidos). Al bloquearse una manifestación natural y espontánea como el llanto, un niño se calla. Se esconde en un rincón y se va hacia dentro. Una niñita, en cambio, llora sin problemas lo que siente.
Hoy ninguno de mis hijos o sus amigos me creería si les dijera: los hombres no lloran. Se aceptan cada vez más las expresiones de miedo y tristeza. Especialmente las melancólicas penas de amor, o un natural temor al futuro. Esta generación debe venir más libre y espontánea. Me alegro.
Yo, después de una cuantas sesiones de terapia con la mejor psicóloga del mundo, la Jacqueline, aprendí a sacar al niño que algún día se quedó por ahí, callado, haciéndose el leso, atragantado con sentimientos y palabras que se perdieron. Aunque a veces aparece para pasarme la cuenta.

Mi sitio profesional
Mi agencia
About me
En Twitter
En Linkedin
En Instagram
En YouTube
En Facebook
En Flickr
En Pinterest
En Quora
En Tumblr Shorts